Como ya dije anteriormente en cada lugar del mundo las pizzas se hacen de una forma diferente. Hay una pizza que siempre me ha gustado especialmente, aunque debo advertir que es una receta potente.
Los ingredientes son...
-Sobrassada (1/3 de longaniza).
-Queso mallorquín.
-Mozzarella (al gusto).
-Salsa de tomate.
-Orégano.
Si queréis hacer vuestra propia masa podéis pinchar aquí. Es una receta muy buena y la masa queda deliciosa.
Respecto a los ingredientes os he de decir que aunque la sobrassada me encante se ha de poner la cantidad justa, ya que es un producto que tiene mucha grasa. Hay que ponerla en su justa medida, así saborearéis la pizza. Si le ponéis demasiado puede que no la podáis acabar ya que llena mucho.
Para hacer la pizza nosotros horneamos primero la masa previamente untada de salsa de tomate. Incluso hay quien le pone el orégano también.
Mientras se hornea cortamos la sobrassada y le quitamos la piel. Ponemos una sartén al fuego con un poco de aceite, muy poco para que vaya soltando la grasa. A mí me gusta mucho la sobrasada bien frita, por eso la cocino antes de ponerla en la pizza. Con la espátula la vais desmigajando para que luego nos quede una salsa.
Cuando está dorada quitaremos todo el aceite. Podéis reservar ese aceite para hacer otras recetas o para untar en el pan. Una vez que hemos quitado el aceite añadimos el tomate frito y removemos con cuidado. Seguramente la sobrasada seguirá soltando grasa. La podéis quitar con una cuchara.
Podéis añadirle alguna especia que consideréis oportuna. A mí me gusta ponerle un poco de orégano y si quiero que sea un poco más picante, pimienta negra o un poco de pimentón. El pimentón para mí es el rey de las fiestas ya que potencia mucho el sabor de la carne.
Ya habréis observado que es como realizar una boloñesa sencilla pero con sobrasada. Es más fácil de distribuir y el sabor queda unificado, la sobrasada forma parte realmente de la pizza.
Sacamos la masa del horno y le ponemos primero la mozzarella, luego la sobrassada y por último el queso mallorquín en láminas. Esparcimos un poco de orégano y la volvemos a meter en el horno. Sólo hay que esperar a que se funda el queso y ya la podemos servir.
Bon profit!!
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