Si queréis probar una carne suave y jugosa este es vuestro plato. He disfrutado muchísimo tanto preparándolo como saboreándolo. Os lo recomiendo. La base la he cogido de la Thermomix, aunque se puede hacer al horno sin ningún problema. He de aclarar que se le pueden poner las hierbas que consideréis pero ahora tengo a mis chiquitinas...
No ocupan nada y realmente si os gusta utilizar diferentes plantas para sazonar y preparar comidas os recomiendo que tengáis algunas de estas a mano. Para mi era fundamental la hierbabuena, la albahaca y el romero.
¡Y las tengo que aprovechar! Por cierto, es impresionante lo bien que sabe todo cuando los productos son frescos. El sabor del romero y la albahaca eran suavemente marcados.
Los ingredientes son...
-Un solomillo de cerdo.
-Laurel.
-Dos ramas de laurel.
-Albahaca.
-1500/2000gr de sal gorda.
-Hilo (a ser posible hilo para cocina).
Es muy sencillo de hacer. Tan sólo hay que preparar bien el solomillo. Después de elegir qué hierbas vamos a poner tan sólo hay que atarlas con la cuerda a la carne. Acordaos de hacer un nudo al principio y al final. Al no tener cuerda empleé hilo normal y corriente y no hubo problema ninguno.
Si queréis hacer la receta en la Thermomix o aparato similar hay que precalentar durante ocho minutos a temperatura varoma, velocidad 1. Hacemos una alfombra de sal, colocamos el solomillo y lo cubrimos con el resto de la sal. Según el libro hay que dejarlo 15 minutos a esta temperatura, pero yo lo he dejado 20 (el solomillo era de 350gr) y ha quedado realmente bueno.
Por otro lado si lo hacéis en el horno es prácticamente igual que si hacemos una dorada a la sal: precalentamos el horno a 200º. Mientras haced una base con la sal en una bandeja y colocad el solomillo. Luego acabad de cubrir con el resto de la sal y mojadla un poco a fin de que se cree humedad o bien poned una bandeja llena de agua debajo. Pensad que se ha de crear la humedad. Esperad a que el horno esté caliente y meted el solomillo durante más o menos media hora.
Cuidado cuando quitéis la sal. Procurad romper la sal con un golpe, retirándola con la cuchara poco a poco a fin de que quede lo más limpio posible. Os quedará una capa de sal dura. Lo mejor es intentar que no se rompa para que quede la carne limpia.
Para acompañar he hecho compota de manzana, sencilla de hacer pero que conjunta muy bien con el sabor del solomillo, un sabor delicado que conjunta lo dulce con lo salado. Fijaos en el color del solomillo, justo en su punto.
¡Buen provecho!
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