A pesar de no tener un verano muy cálido por estos lares, hoy voy a hacer un tarta de limón. Es muy sencillo de hacer y podéis involucrar a los más pequeños en el proceso, ya que les gusta mucho. Esta receta va dedicada a mi suegra, que es la que me enseñó la base de este pastel y una gran cocinera.
Los ingredientes son...
-3 sobres de gelatina de limón
(en cada caja vienen dos sobres).
-1 litro de nata de cocinar.
-4 cucharadas soperas de azúcar.
-Galletas.
Preparamos el molde. Yo utilizaré un molde alargado. Para evitar que se pegue el pastel cubriré el fondo con papel film, de forma que quede lo más liso posible.
Cogemos uno de los sobres de gelatina ya que vamos a hacer la capa superior del pastel. Ponemos a hervir un cuarto de litro de agua. cuando rompa a hervir retiramos el cazo y echamos la gelatina y añadimos un cuarto de litro de agua más. Lo dejaremos enfriar un poco. Luego cubrimos el fondo del molde con la gelatina según queráis más o menos. Yo he puesto un centímetro de gelatina a fin de que quede una capa fina.
Metemos en la nevera la gelatina y la dejamos alrededor de dos horas. El resto de la gelatina la podéis utilizar de muchas maneras.
A parte picamos la galleta. No hace falta que la piquéis demasiado ya que la función de la galleta es absorber y dar más consistencia al pastel.
Después ponemos la nata en un cazo y la dejamos hervir. Cuando la nata esté caliente añadimos el azúcar. Por último, cuando la nata rompa a hervir, añadimos la gelatina de limón. Removemos hasta que se disuelva. Esperaremos a que se enfríe un poco para evitar que se derrita la gelatina que tenemos como fondo en el molde.
Añadimos poco a poco la crema para no estropear el fondo y por último cubrimos bien el pastel con la galleta.
Lo metemos en el congelador. En una tarde lo podéis tener listo. Yo lo he dejado toda la noche y luego lo he puesto en la nevera para que quede cremoso. A mí me ha quedado más oscuro porque el azúcar que he empleado es moreno. Si usáis azúcar blanco os hará más contraste entre la gelatina y la crema.
Como observaréis es un pastel fácil de hacer y muy económico. Seguramente en el supermercado habéis visto marcas que venden mezclas para hacer en casa que son prácticamente iguales a este pastel. Ahora bien, como en casa...
¡Bon appetit!
-3 sobres de gelatina de limón
(en cada caja vienen dos sobres).
-1 litro de nata de cocinar.
-4 cucharadas soperas de azúcar.
-Galletas.
Preparamos el molde. Yo utilizaré un molde alargado. Para evitar que se pegue el pastel cubriré el fondo con papel film, de forma que quede lo más liso posible.
Cogemos uno de los sobres de gelatina ya que vamos a hacer la capa superior del pastel. Ponemos a hervir un cuarto de litro de agua. cuando rompa a hervir retiramos el cazo y echamos la gelatina y añadimos un cuarto de litro de agua más. Lo dejaremos enfriar un poco. Luego cubrimos el fondo del molde con la gelatina según queráis más o menos. Yo he puesto un centímetro de gelatina a fin de que quede una capa fina.
Metemos en la nevera la gelatina y la dejamos alrededor de dos horas. El resto de la gelatina la podéis utilizar de muchas maneras.
A parte picamos la galleta. No hace falta que la piquéis demasiado ya que la función de la galleta es absorber y dar más consistencia al pastel.
Después ponemos la nata en un cazo y la dejamos hervir. Cuando la nata esté caliente añadimos el azúcar. Por último, cuando la nata rompa a hervir, añadimos la gelatina de limón. Removemos hasta que se disuelva. Esperaremos a que se enfríe un poco para evitar que se derrita la gelatina que tenemos como fondo en el molde.
Añadimos poco a poco la crema para no estropear el fondo y por último cubrimos bien el pastel con la galleta.
Lo metemos en el congelador. En una tarde lo podéis tener listo. Yo lo he dejado toda la noche y luego lo he puesto en la nevera para que quede cremoso. A mí me ha quedado más oscuro porque el azúcar que he empleado es moreno. Si usáis azúcar blanco os hará más contraste entre la gelatina y la crema.
Como observaréis es un pastel fácil de hacer y muy económico. Seguramente en el supermercado habéis visto marcas que venden mezclas para hacer en casa que son prácticamente iguales a este pastel. Ahora bien, como en casa...
¡Bon appetit!
Meler, guapetona, vengo a contestar el comentario que has dejado en mi blog. Los bocartes y los boquerones son lo mismo.
ResponderEliminarEn Cantabria los llamamos bocartes si son fritos o rebozados y boquerones si los preparamos en vinagre.
¡Qué buena esta tarta de limón! Todos los postres con fruta me encantan. Tendré que probarla, cuando llegue el verano.... que aquí no quiere llegar.
Besos.
Hehehehe... Pues parece que en Catalunya tampoco :S Está siendo un verano realmente fresco.
ResponderEliminar¡¡Con razón los bocartes me sonaban a lo que comía en mi casa!! Están de muerte y tu plato me ha hecho recordar que he de comprar pronto.
Gracias, me alegro que te guste. La semana que viene prepararé una de plátano.
Un beso enorme
¡Qué pinta! Me encantan este tipo de tartas con la base hecha de galleta, son mi perdición. En casa se hacen de vez en cuando y es un espectáculo lo rápido que desaparecen.
ResponderEliminarAdemás, te sacan de cualquier apuro!! Es como el Joker de las cartas!! Si tienes prisa es ideal y gusta a todo el mundo.
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